12 julio, 2011 por Meche Martinez
Una mujer sola que está y desaparece por momentos, una integridad que sube y se desintegra en las sensaciones, una escucha que necesita de palabras y una cantidad de palabras que confrontan con alguien y nadie a la vez.
Es impactante la textualidad de “La otra vida” y la realidad que se pudo plasmar Fabio Golpe, y más intensa es la voz y el cuerpo que transmite el mensaje, Marien Perseo, una actriz única para esta historia.
En la sala Pan y Arte, más pequeña y acogedora, realiza su segunda temporada, con el duende de Alberto Migre que parece custodiarlos. La empatía con la novela “Rolando Rivas” hace a la dulzura de una cruda historia que tal vez sobreviva a los tiempos, como las ficciones de él.
Una iluminación tibia y una música acorde, termina de dibujar esta obra teatral que da para charlarla, hablar y seguir pensando con el correr de los días. Excelente dramaturgia y dirección, impecable actuación y todo un grupo unido para que “La otra vida” sea el brillo entre las sombras de todos los pensamientos humanos. ¡Muy recomendable!, ¡Para ver más de una vez! (Meche Martínez)
Cinco de Fabio Golpe, director de “La otra vida”
¿Qué te inspiró escribir LA OTRA VIDA?
Hace mucho tiempo leí La voz humana y ese universo de una mujer sola quedó flotando en mi cabeza. Pasó un tiempo hasta que un día me senté con ganas de escribir el mundo femenino por excelencia: El amor y el desamor. Enseguida se me vino a la cabeza una mujer con un teléfono. Desde un principio supe que iba a hablar con su hombre de toda la vida y que esa conversación sería la última. Pero algo me faltaba y justo en ese momento yo estaba muy entusiasmado con una novela en particular. Suelo estar entusiasmado con LAS NOVELAS porque me fascinan esos mundos de mujeres y el amor. Pero en ese momento estaba viendo capítulo de “Rolando Rivas, taxista” de Albero Migré. Fue automático pensar que esta mujer que hablaría por última vez con su hombre, siempre quiso ser Mónica Helguera Paz. Siempre quiso tener otra vida, una en la que fuera solo ella la protagonista y todas la miradas se centraran en su cara, en su voz, en su cuerpo. De esa manera comencé a entrelazar esos dos universos: una mujer atada al teléfono y otra mujer perteneciente a una telenovela. Dos vidas diferentes pero en una misma mujer.
¿Por qué elegiste a Marienn Perseo?
Durante el tiempo que me llevó escribir el monólogo no había actriz que llegara a mi cabeza y que yo pudiera ver el personaje. Hasta que llegó el día en el que escribí las últimas palabras y ahí sí se me vino la imagen de una actriz, Marienn Perseo. Lo recuerdo y aseguro que fue mágico porque sucedió escribiendo lo último. Se me presentó la cara de Marienn y desde ahí supe que no lo podía hacer nadie más que no sea ella.
También coincidió en que nosotros veníamos trabajando juntos en otra obra. Ahí yo hacía la asistencia de dirección y disfrutaba de Marienn en una escena excelente en la que ella interpretaba a una mujer que era abandonada por su marido pero de modo presente, es decir, el hombre llegaba a la casa, armaba el bolso y se iba. Y pensándolo ahora, seguramente todo indicaba desde un principio que ella tenía que hacerse cargo del personaje de este monólogo, el cual es una mujer atada al teléfono y con el afán de retener a ese amor de toda la vida, acá ella por lo menos intenta atrapar a su hombre y no lo deja ir tan fácil.
Confié en Marienn plenamente para hacerle entrega de este personaje y enseguida se ocupó de esta mujer gracias a su gran talento y a esa onda expansiva que tiene a la hora de actuar. Imposible no verla, imposible no creerle por su gran capacidad de sentir los personajes. Función a función enriquece el texto. Es una gran actriz y me encanta trabajar con ella.
¿Con qué palabras podes sintetizar el contenido de la obra?
A partir del texto y de la actuación, se muestra con crudeza la reacción de una mujer al ser abandonada por su marido. La obra gira en torno a una última conversación sumergida en el delirio que mantiene la protagonista con su hombre de toda la vida. Es una mujer que está atada al teléfono, que no puede superar la pérdida de su gran amor y entonces no le queda más opción que recurrir a mentiras y a verdades para retenerlo, pero el juego más interesante se plantea en saber qué es verdad y qué es mentira. De todas las maneras posibles, la mujer intentará reconquistar a ese hombre para salvar, al menos, su vida de novela. Porque La otra vida además de retratar a una mujer atada al teléfono, cuenta en paralelo, en una especie de interferencia, la vida sentimental de Mónica Helguera Paz; protagonista de “Rolando Rivas, taxista”, exitosa telenovela de Migré. Esta mujer siempre quiso ser una heroína de televisión y sufrir el amor como se hace en las novelas.
Como director… ¿ cómo trabajaste este texto que además has escrito?
Investigamos diferentes mujeres. Ya sea solas, con novios, con hijos, sin hijos, casadas; todas esas pasaron por el cuerpo de Marienn durante los primeros tiempos del proceso de ensayo. Lo abordamos, desde un comienzo, a partir de la improvisación. Lo hicimos con calma, sabíamos que iba a ser trabajoso encontrar las medidas justas de una mujer desesperada pero a la vez fue sumamente placentero porque uno se ocupa, en este caso, de una sola actriz. Y ahí el trabajo se vuelve más equitativo, se armó como una sociedad. Confiamos mutuamente y nos dejamos llevar por el texto. El mismo material propone el ritmo de la obra y los matices necesarios. Eso fue lo primero que dejé en claro al momento de empezar a meternos con el texto. No había otra teoría ni especulaciones raras de cómo hacer, sino que solamente nos volcamos a creer en lo que el monólogo tenía para decir y con eso sumergirse en la historia de esta mujer pero siempre desde el cuerpo, que todo pase por ahí. Fue una decisión muy clara, no dejar el cuerpo de lado. Lo físico está muy presente durante la obra.
¿Qué frases te gustaría compartir con nuestros lectores?
Hay que permitirse hablar de amor. Eso está un poco olvidado, a veces creo que es por vergüenza o por desinterés. Pero estoy seguro que es algo importante. Poder contar sobre el amor. Es una gran contradicción y por eso no deja de ser interesante exponerlo en una obra de teatro. Quiero decir, con el amor empieza todo o termina todo. Es un gran conflicto para el teatro. Y con eso obtener la identificación del público. Es lo que sucede con La otra vida, las mujeres se identifican con las cosas que hace y dice esta mujer. Y los hombres tienen la suerte de enterarse lo que pueden llegar a escuchar de una mujer en el caso de que la abandonen. Es una especie de manual sentimental para todo hombre y para toda mujer.
Esta obra me hacer estar seguro de que hay que hablar un poco más de amor y creer en lo que uno quiere contar o quiere hacer. Y desde ahí no parar. Que todo sea un impulso para seguir y hacer lo que uno tiene ganas. No fijarse en lo que está de moda ni nada de eso. Confiar en lo de uno y alejarse de la manada que genera clones artísticos.
Fabio Golpe
Autor y director: Fabio Golpe.
Actúa: Marienn Perseo.
PAN Y ARTE – BOEDO 876 – TEL.: 4957 – 6922
VIERNES DE JULIO A LAS 23 HS
Es impactante la textualidad de “La otra vida” y la realidad que se pudo plasmar Fabio Golpe, y más intensa es la voz y el cuerpo que transmite el mensaje, Marien Perseo, una actriz única para esta historia.
En la sala Pan y Arte, más pequeña y acogedora, realiza su segunda temporada, con el duende de Alberto Migre que parece custodiarlos. La empatía con la novela “Rolando Rivas” hace a la dulzura de una cruda historia que tal vez sobreviva a los tiempos, como las ficciones de él.
Una iluminación tibia y una música acorde, termina de dibujar esta obra teatral que da para charlarla, hablar y seguir pensando con el correr de los días. Excelente dramaturgia y dirección, impecable actuación y todo un grupo unido para que “La otra vida” sea el brillo entre las sombras de todos los pensamientos humanos. ¡Muy recomendable!, ¡Para ver más de una vez! (Meche Martínez)
Cinco de Fabio Golpe, director de “La otra vida”
¿Qué te inspiró escribir LA OTRA VIDA?
Hace mucho tiempo leí La voz humana y ese universo de una mujer sola quedó flotando en mi cabeza. Pasó un tiempo hasta que un día me senté con ganas de escribir el mundo femenino por excelencia: El amor y el desamor. Enseguida se me vino a la cabeza una mujer con un teléfono. Desde un principio supe que iba a hablar con su hombre de toda la vida y que esa conversación sería la última. Pero algo me faltaba y justo en ese momento yo estaba muy entusiasmado con una novela en particular. Suelo estar entusiasmado con LAS NOVELAS porque me fascinan esos mundos de mujeres y el amor. Pero en ese momento estaba viendo capítulo de “Rolando Rivas, taxista” de Albero Migré. Fue automático pensar que esta mujer que hablaría por última vez con su hombre, siempre quiso ser Mónica Helguera Paz. Siempre quiso tener otra vida, una en la que fuera solo ella la protagonista y todas la miradas se centraran en su cara, en su voz, en su cuerpo. De esa manera comencé a entrelazar esos dos universos: una mujer atada al teléfono y otra mujer perteneciente a una telenovela. Dos vidas diferentes pero en una misma mujer.
¿Por qué elegiste a Marienn Perseo?
Durante el tiempo que me llevó escribir el monólogo no había actriz que llegara a mi cabeza y que yo pudiera ver el personaje. Hasta que llegó el día en el que escribí las últimas palabras y ahí sí se me vino la imagen de una actriz, Marienn Perseo. Lo recuerdo y aseguro que fue mágico porque sucedió escribiendo lo último. Se me presentó la cara de Marienn y desde ahí supe que no lo podía hacer nadie más que no sea ella.
También coincidió en que nosotros veníamos trabajando juntos en otra obra. Ahí yo hacía la asistencia de dirección y disfrutaba de Marienn en una escena excelente en la que ella interpretaba a una mujer que era abandonada por su marido pero de modo presente, es decir, el hombre llegaba a la casa, armaba el bolso y se iba. Y pensándolo ahora, seguramente todo indicaba desde un principio que ella tenía que hacerse cargo del personaje de este monólogo, el cual es una mujer atada al teléfono y con el afán de retener a ese amor de toda la vida, acá ella por lo menos intenta atrapar a su hombre y no lo deja ir tan fácil.
Confié en Marienn plenamente para hacerle entrega de este personaje y enseguida se ocupó de esta mujer gracias a su gran talento y a esa onda expansiva que tiene a la hora de actuar. Imposible no verla, imposible no creerle por su gran capacidad de sentir los personajes. Función a función enriquece el texto. Es una gran actriz y me encanta trabajar con ella.
¿Con qué palabras podes sintetizar el contenido de la obra?
A partir del texto y de la actuación, se muestra con crudeza la reacción de una mujer al ser abandonada por su marido. La obra gira en torno a una última conversación sumergida en el delirio que mantiene la protagonista con su hombre de toda la vida. Es una mujer que está atada al teléfono, que no puede superar la pérdida de su gran amor y entonces no le queda más opción que recurrir a mentiras y a verdades para retenerlo, pero el juego más interesante se plantea en saber qué es verdad y qué es mentira. De todas las maneras posibles, la mujer intentará reconquistar a ese hombre para salvar, al menos, su vida de novela. Porque La otra vida además de retratar a una mujer atada al teléfono, cuenta en paralelo, en una especie de interferencia, la vida sentimental de Mónica Helguera Paz; protagonista de “Rolando Rivas, taxista”, exitosa telenovela de Migré. Esta mujer siempre quiso ser una heroína de televisión y sufrir el amor como se hace en las novelas.
Como director… ¿ cómo trabajaste este texto que además has escrito?
Investigamos diferentes mujeres. Ya sea solas, con novios, con hijos, sin hijos, casadas; todas esas pasaron por el cuerpo de Marienn durante los primeros tiempos del proceso de ensayo. Lo abordamos, desde un comienzo, a partir de la improvisación. Lo hicimos con calma, sabíamos que iba a ser trabajoso encontrar las medidas justas de una mujer desesperada pero a la vez fue sumamente placentero porque uno se ocupa, en este caso, de una sola actriz. Y ahí el trabajo se vuelve más equitativo, se armó como una sociedad. Confiamos mutuamente y nos dejamos llevar por el texto. El mismo material propone el ritmo de la obra y los matices necesarios. Eso fue lo primero que dejé en claro al momento de empezar a meternos con el texto. No había otra teoría ni especulaciones raras de cómo hacer, sino que solamente nos volcamos a creer en lo que el monólogo tenía para decir y con eso sumergirse en la historia de esta mujer pero siempre desde el cuerpo, que todo pase por ahí. Fue una decisión muy clara, no dejar el cuerpo de lado. Lo físico está muy presente durante la obra.
¿Qué frases te gustaría compartir con nuestros lectores?
Hay que permitirse hablar de amor. Eso está un poco olvidado, a veces creo que es por vergüenza o por desinterés. Pero estoy seguro que es algo importante. Poder contar sobre el amor. Es una gran contradicción y por eso no deja de ser interesante exponerlo en una obra de teatro. Quiero decir, con el amor empieza todo o termina todo. Es un gran conflicto para el teatro. Y con eso obtener la identificación del público. Es lo que sucede con La otra vida, las mujeres se identifican con las cosas que hace y dice esta mujer. Y los hombres tienen la suerte de enterarse lo que pueden llegar a escuchar de una mujer en el caso de que la abandonen. Es una especie de manual sentimental para todo hombre y para toda mujer.
Esta obra me hacer estar seguro de que hay que hablar un poco más de amor y creer en lo que uno quiere contar o quiere hacer. Y desde ahí no parar. Que todo sea un impulso para seguir y hacer lo que uno tiene ganas. No fijarse en lo que está de moda ni nada de eso. Confiar en lo de uno y alejarse de la manada que genera clones artísticos.
Fabio Golpe
Autor y director: Fabio Golpe.
Actúa: Marienn Perseo.
PAN Y ARTE – BOEDO 876 – TEL.: 4957 – 6922
VIERNES DE JULIO A LAS 23 HS